¿Qué es una comunidad de energía solar?
Modelos, ventajas y participación de los stakeholders en América Latina.
Una comunidad de energía solar permite a múltiples participantes (dueños de techo, instaladores, compradores, comunidad e inversionistas) compartir beneficios de generación distribuida, contratos PPA y medición transparente.
- Propietarios aportan superficies y reciben un canon o energía más barata.
- Instaladores ejecutan y mantienen con estándares de calidad.
- Compradores/comunidad acceden a tarifas competitivas y energía limpia.
- Inversionistas financian los proyectos con contratos de largo plazo.
Modelos de comunidad
Existen distintos esquemas según la regulación local. Dos modelos frecuentes:
Medición virtual compartida
Un sistema fotovoltaico central asigna porcentajes de su producción a cada miembro. La distribuidora descuenta esa energía de su factura mensual mediante créditos en kWh.
Jardines solares (Community Solar Gardens)
Los participantes compran o arriendan “participaciones” de una planta cercana. La energía se liquida al precio de la red menos un descuento pactado en contrato.
Cómo iniciar una comunidad
- Definir propósito: reducción de costos, impacto ambiental o desarrollo local.
- Identificar techos y demandas energéticas participantes.
- Seleccionar modelo contractual (PPA, leasing, neteo virtual) y figura jurídica.
- Estructurar financiamiento y asegurar O&M con KPIs claros.
- Implementar medición y un portal de datos para trazabilidad.
Beneficios medibles
- Ahorro esperado: 10–25% frente a tarifa regulada, según irradiación y CAPEX/OPEX.
- Reducción de CO₂: 0.35–0.55 tCO₂ por MWh desplazado de la red (mix típico LatAm).
- Resiliencia: contratos de largo plazo estabilizan el gasto energético.
Preguntas frecuentes
¿Qué pasa si me mudo? Puedes ceder tu participación o re-asignarla a otro punto de consumo conforme al contrato y regulación.
¿Quién es dueño de los equipos? Depende del esquema: la comunidad, un inversionista o un tercero que arrienda.